Nosotros hemos estado alguna vez en ese caso, sabemos lo que se siente al ver
que el momento
malo no cambia, en donde pareciera que por más
esfuerzo que realicemos no vemos ningún cambio, donde todo se pone en
contra y se nos viene la interrogante en la vida ¿me rindo? o ¿sigo luchando? Es obvia la respuesta que hemos elegido, por eso estamos compartiendo este texto con ustedes, pero eso no significa que no hayamos sentido en algún momento el amargo sabor de la derrota o no hayamos olido el
amargo sabor del fracaso. Pues tenemos que entender una cosa: podemos perder
batallas, pero jamás una guerra.
Es lo mismo que hemos podido entender al haber leído la obra el CANTAR DEL MIO CID que relata acerca de las difíciles
situaciones que pasó el protagonista, RODRIGO DÍAZ DE VIVAR, pues nos deja mucho que pensar la paciencia y fortaleza que tuvo cuando el rey lo expulsa de sus tierras, luego lo más difícil que fue dejar a su
familia ya que él las amaba tanto, conmoviéndonos el hecho que hasta lloró cuando tuvo que
dejarlas, pero esto no lo desanimó a dejarse vencer, más bien le dio
más fuerzas para seguir luchando, enfrentó todas estas situaciones difíciles que muchos no
habrían querido , las enfrentó una vez tras otra y
siempre salió victorioso. Además él era una persona justa porque cuando
ganaba las batallas repartía las ganancias en partes iguales para todos, y eso hacía que la gente lo admirara mucho más. Otra de las
cosas que nos gustó fue que nunca dejó de creer en Dios, pues era tan grande su amor y fe por Él que nadie se lo
puede imaginar, él pensaba que Dios no nos ve como derrotados, ni como fracasados, Él nos ve como un victorioso, como un vencedor, como
alguien con la capacidad de poder soportar todo lo que está viviendo, pues Dios jamás pondría una carga sobre tu vida que no
puedas soportar.
Recomendamos su lectura, en tiempos en que tenemos tantos problemas; es una obra motivadora
porque es tan similar a la vida real y
nos enseña que los fuertes son los que ganan sin buscar una recompensa, solo
buscando demostrar ser personas de buena honra.
¡Sigamos en la lucha, esto no ha terminado, toda clase
de pensamientos de derrota debe
ser echada fuera para declarar que nuestra
vida depende de Dios, , quien tendrá siempre el cuidado de guardarnos,
fortalecernos, y
de las decisiones que tomemos.Aquí les dejamos un vídeo para que se animen a leerla.